El dilema con Faride

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Faride Raful


Por: Daniel Regalado R


La política es una ciencia social. Al ser social esta toma en cuenta un conjunto de variables que conjugan la autoridad, el poder, los organismos, sus estructuras procedimientos y procesos. Al ser una ciencia esta contiene principios, fórmulas verificables que permiten a quien obtiene el conocimiento de la misma, con cierto margen de error, predecir el destino de algunos personajes que orbitan dentro de ese mundo social. 


En ese sentido, lo sucedido con la senadora Faride Raful no ha de sorprender a nadie. Por qué? 


Simple, la actual senadora elevó su imagen desde los medios de comunicación, articulando un discurso facil, pero irresponsable. Y en cierto punto, alguien debió haberle dicho, que su discurso no era sostenible. 


EN CONTRADICCION CON SU GOBIERNO


Mientras fue elegida por criticar Punta Catalina desde la oposición, el festival de prestamos del gobierno de turno y el barrilito, al llegar al poder su partido, esta quedó despojada de su discurso y le llamaron LA MUDA. 


Muda porque no volvió a hablar jamás de Punta Catalina. 


Muda porque no criticó el festival de prestamos de su gobierno. 


Muda porque tomó el dinero de barrilito y lo "distribuyó", al menos en papel, entre sus empleados y son estos, los de mayor salario del senado. 


Muda porque no se le vio criticar, ninguno de los 29 casos de funcionarios de su gobierno destituidos por corrupción. 

 

Muda y ciega porque no vio los apagones


SE CONVIRTIÓ EN LA PRUEBA DEL COLAPSO DE SU GOBIERNO


Pasó de ser una voz de esperanza para su pueblo a ser la prueba irrefutable de que este gobierno fracasó. 


Para lograr liderazgo político, se debe tener mucho valor. Valor para decir lo que se piensa, valor para enfrentar lo que está mal aunque sea tu partido y valor para sufrir las consecuencias de tus actos. De lo contrario, no eres un lider, sino un seguidor coyuntural.


Por eso y más Faride pasó de ser una luz a apagarse como La Luz, que nos engañó con un falso discurso en el que nunca creyó. 


Sin embargo, como siempre sucede, será premiada por su gobierno, por callar, por ser sumisa, por guardar los trapos sucios de su gobierno y por ceder espacio a la nueva generación de aspirantes a la presidencia de su partido. Cede su puesto a un candidato que viene al último round de su vida, a descargar todo el veneno que lleva en su cuerpo, contra la figura que nunca pudo derrotar, pero como un candidato que perdido sin comenzar, buscará la forma de hacer el mayor daño posible no a quien enfrentará él, sino al que enfrentará su amo.

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