David y Golliat, Zalensky y Putin

Por: Daniel Regalado

David mató a Golliat, es una frase que hemos escuchado desde siempre, como sinónimo de la victoria del débil ante el fuerte. Sin embargo, ese nunca ha sido el caso. Asi como en ajedrez una pieza de poco valor, puede eliminar a una de mayor calidad. 

Todo depende del escenario.

La pelea entre David y Golliat no era justa, pues David tenía todas las de ganar. David, era un soldado, no un pastor como se dice. Era un soldado que con su honda, peleaba a distancia. En cambio Golliat, por su fuerza y tamaño, estaba especializado en el cuerpo a cuerpo.

Planteado lo anterior, es obvio que Golliat, para lastimar a David, debía acercarse, en cambio, David, no necesitaba exponerse para lastimarlo y asi lo hizo.

En la actualidad. Tenemos el segundo ejercito más potente de la tierra invadiendo el país cuyo ejercito se encuentra en la posición #22. No obstante, en estos días en que la comunicación se mueve a la velocidad de la luz, las armas son parte de la guerra, pero no son las que definen el vencedor.

Por un lado, tenemos a Rusia, aplicando el viejo concepto de guerra, aplicando su poder y apostando a una intervención rápida y efectiva. Con tanto poder, no podía Putin apostar a otra opción.

Por otro lado, Ucrania, luego de dos semanas de batalla, ha dejado claro, que no se rendirá y tal parece que ese país ha sacado su "honda" y está haciendo quedar mal al Golliat.

Resulta que el presidente Zelensky ha comenzado una estrategia que Putin no puede jugar y es la de llamar a la comunidad internacional a sumar respaldo, sin usar armas, pero con métodos que no existían en la segunda guerra mundial. La Rusia de Putin se ha visto sometida a una serie de restricciones económicas nunca antes aplicadas por tantos países en un mismo tiempo.

Ante esto, Rusia, que no puede negociar lo que reclama, tiene dos opciones: Aumentar la intensidad de sus ataques o retirarse. Lo primero, deja a Ucrania la única opción de defenderse y aguantar, mientras los ojos del mundo vean lo que sucede o intervenga y en el segundo caso, si Rusia se retirara, entonces la victoria de Ucrania dejaría una moraleja indeleble ante los ciudadanos del mundo.

Y es que no podemos olvidar que hoy día todos vivimos en una aldea global y que muchas veces a la fuerza, le puede ganar la razón.