Críticos han señalado que se trata de una concesión peligrosa a cambio de la presencia de la iglesia en el país
Según la prensa surcoreana, las víctimas estaban en el barrio para celebrar Halloween y se aglomeraron en un callejón
Seúl, bajo el gobierno del presidente conservador Yoon Suk-yeol desde el pasado 10 de mayo, aboga por endurecer la postura frente a su vecino